Para Jesús Martín Barbero teórico de la comunicación e investigador “estamos ante una sociedad en donde todo está hecho para que no dure, porque si dura se revienta el sistema” un claro ejemplo es lo que pasa con los teléfonos móviles que a cada rato a alguien se le ocurre agregarle una nueva función o hacerlo más pequeños y ya lo estamos tirando por adquirir un nuevo modelo.
Hace un tiempo me llegó una excelente crónica de Marciano Durán a propósito de esa cultura de “desechar lo desechable”, en ella el autor hace interesante reflexión de cómo usamos y tiramos sin compasión cuanto artefacto cae en nuestras manos. Para Barbero, esto conlleva a una pérdida de memoria en los adolecentes.
Seguramente todo no se deba tirar, pero en lo que si estoy de acuerdo es en tirar esas viejas prácticas pedagógicas que están alejas de la realidad por la que atraviesan hoy en día nuestros jóvenes. Con esta breve consideración los invito a ver el siguiente video en donde se pone de manifiesto como al parecer en el ámbito el educativo aún no se reconoce la transformación que está generando las nuevas tecnologías, y la escuela sigue refugiándose en muchos casos entre suscuatro paredes.
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